La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirmó la desaparición de dosis de fentanilo en el Hospital de Geriatría y Gerontología Raúl Blanco Cervantes, en San José. La institución denunció el hecho ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y aseguró que reforzó los controles de custodia de este medicamento.
El caso se reportó inicialmente como una investigación en curso, pero después la Gerencia Médica aclaró que el robo ocurrió en noviembre de 2017. No detallaron la cantidad de ampollas sustraídas ni los responsables, lo que generó cuestionamientos, ya que auditorías de la CCSS entre 2016 y 2022 detectaron faltantes en varios hospitales, pero no mencionaron el Geriátrico.
Michael Soto, subdirector del OIJ, afirmó que conocen de pequeños hurtos en hospitales nacionales, pero sin que existan robos masivos. Señaló que el principal problema es que estas dosis pueden terminar en manos de grupos criminales que fabrican drogas sintéticas para su distribución.
El fentanilo es un analgésico sintético hasta 100 veces más potente que la morfina y se receta a pacientes con dolor crónico o en cirugías. Según el OIJ, en 2022 se decomisaron 125 dosis entre ampollas y tabletas, mientras que en 2023 se incautaron 989 tabletas y otras 510 de aparente fentanilo.
Este no es el único caso registrado. En 2016, un auxiliar de enfermería del Hospital San Vicente de Paúl sustrajo 6 ampollas de fentanilo de la UCI y fue procesado judicialmente por hurto. También se investigaron irregularidades en hospitales como San Juan de Dios, México y Calderón Guardia, donde se detectaron recetas sin justificación quirúrgica, firmas irregulares y ampollas en bolsos de funcionarios.
Las auditorías de la Caja advirtieron que las fallas de control generan riesgos de sustracción para consumo personal o para la venta ilegal. En algunos casos se detectaron falsificaciones de recetas y uso excesivo del fármaco sin indicación médica clara.
El OIJ confirmó que en 2025 al menos seis personas murieron por consumo de fentanilo sin prescripción. En el Pacífico Central hallaron a un vendedor que mezclaba crack y cocaína con este fármaco para aumentar su potencia, lo que eleva la alerta sanitaria y criminal en el país.