Lun. Oct 13th, 2025

China continúa consolidándose como un actor clave en la lucha contra el cambio climático, implementando estrategias innovadoras que integran inteligencia artificial (IA), energías renovables y diplomacia internacional. El Ministerio de Ecología y Medio Ambiente (MEE) ha informado que la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) ha aumentado debido a factores como la pandemia, fenómenos climáticos extremos y tensiones comerciales. A pesar de estos desafíos, el país ha superado metas en capacidad de energía eólica y solar, y en volumen de carbono almacenado en bosques. Además, ha avanzado en la utilización limpia y eficiente de combustibles fósiles, incluyendo reformas en plantas de carbón y un aumento en la producción y uso de gas natural.

En el ámbito internacional, China ha intensificado su cooperación climática. El enviado especial para el cambio climático, Xie Zhenhua, se reunió en Bruselas con la comisaria de Clima de la UE, Teresa Ribera, para relanzar las negociaciones climáticas antes de la Asamblea General de la ONU y la COP30. Poco antes, la directora ejecutiva de la COP30, Ana Toni, visitó Pekín, donde el ministro Huang Runqiu expresó el apoyo de China a Brasil como anfitrión de una COP que envíe una señal fuerte sobre la importancia del Acuerdo de París. Toni anticipó una «gran delegación china» en la COP30.

A nivel nacional, China ha implementado un nuevo sistema de subastas para la fijación de precios de la energía renovable. La provincia de Shandong celebró la primera subasta de energía renovable, estableciendo precios de 0,319 yuanes por kWh para la energía eólica y 0,225 yuanes por kWh para la solar. Aunque estos precios más bajos podrían reducir los costos para los consumidores, algunos desarrolladores consideran que los precios de la energía solar son demasiado bajos para ser rentables.

En el ámbito de la inteligencia artificial, China planea aumentar su uso en el sector energético para mejorar la seguridad energética, la eficiencia operativa y apoyar la transición hacia una economía baja en carbono. El país promoverá la aplicación profunda de al menos cinco modelos especializados de IA en áreas como la red eléctrica, la generación de energía y la industria del carbón, el petróleo y el gas. También se identificarán diez o más proyectos piloto «replicables, escalables y competitivos».

Además, China tiene como objetivo «duplicar casi» su capacidad de almacenamiento de energía nueva para 2027, alcanzando los 180 GW, según un nuevo plan industrial. Se espera que la mayoría de estas nuevas adiciones sean de almacenamiento en baterías de iones de litio.

En el ámbito internacional, China está tomando un papel más activo en la gobernanza climática global. Con la creciente influencia del grupo BRICS, que incluye a Brasil, país anfitrión de la COP30, China busca fortalecer su liderazgo climático, especialmente tras la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París. El grupo BRICS, que representa una parte significativa de las emisiones globales, está avanzando hacia una mayor capacidad de generación eléctrica libre de combustibles fósiles, liderado por los avances en energía renovable en China, India y Brasil.