Francia vivió una jornada marcada por huelgas y manifestaciones en rechazo a los recientes recortes presupuestarios anunciados por el gobierno.
Los efectos se sintieron en sectores clave como el transporte, la educación y las farmacias, generando una paralización significativa de los servicios públicos. En total, se realizaron más de 470 manifestaciones en distintas ciudades, entre ellas París, Lyon, Marseille y Nantes.
Según cifras preliminares, más de 280.000 personas participaron fuera de la capital, aunque los sindicatos estiman que la cifra real podría acercarse al millón. Las autoridades confirmaron al menos 141 arrestos, con 75 personas todavía en custodia.
Estas protestas llegan apenas una semana después de que Sébastien Lecornu asumiera como Primer Ministro, en un contexto de alta tensión política y social. Los sindicatos insisten en que los recortes no deben comprometer la protección social ni el bienestar ciudadano, y han advertido que, si el gobierno no modifica sus decisiones, seguirán las movilizaciones en las próximas semanas.


