Los préstamos “gota a gota” continúan generando preocupación entre los ciudadanos de Costa Rica. Un reciente estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte sobre la rápida expansión de este tipo de financiamiento informal e ilegal en el país, el cual combina prácticas de usura, extorsión e incluso agresiones físicas.
Más de 2.000 denuncias por extorsión en un año
Entre 2023 y 2024, las autoridades costarricenses han recibido 2.018 denuncias por extorsión, muchas de ellas vinculadas directamente con estas redes ilegales de crédito.
Este fenómeno se ve impulsado por vacíos regulatorios, la exclusión financiera y la necesidad de acceso rápido a efectivo por parte de personas que no pueden acceder al sistema financiero formal.
Los montos de estos préstamos informales suelen oscilar entre ₡200.000 y ₡350.000, pero con tasas de interés semanales o mensuales que superan el 20%, muy por encima del tope legal del 38% anual establecido por la legislación costarricense.

¿Qué recomienda el informe de la ONU?
El informe propone medidas prioritarias para frenar el avance de los préstamos gota a gota en Costa Rica, entre ellas:
- Fortalecer la inclusión financiera con productos accesibles para personas de bajos ingresos.
- Implementar educación financiera diferenciada en comunidades vulnerables.
- Reforzar campañas de prevención y concientización sobre los riesgos de este tipo de créditos.
- Crear un grupo interinstitucional especializado en combatir estas redes.
- Confiscar bienes de alto valor vinculados a actividades de préstamos ilegales.
- Desarrollar un sistema de alerta temprana utilizando plataformas como el 9-1-1.
¿Cómo operan estas redes ilegales?
Las estructuras criminales que operan los préstamos gota a gota en Costa Rica son descentralizadas, jerárquicas y bien organizadas. En promedio, cada red está compuesta por ocho personas con roles definidos:
- Dueños del capital
- Colocadores del dinero
- Encargados de logística
- Cobradores

Los métodos de cobro incluyen:
- Refinanciamiento de la deuda con intereses aún más altos.
- Venta de la deuda a otras redes criminales.
- Amenazas, robo de bienes, violencia y, en algunos casos, venta forzada de propiedades.
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Un riesgo creciente para la seguridad nacional
La investigación concluye que, sin una acción coordinada por parte del Estado costarricense, estas estructuras podrían:
- Expandir su control territorial
- Sofisticar sus operaciones
- Aumentar los niveles de violencia en el país
El crecimiento de los préstamos gota a gota representa un riesgo creciente para la seguridad financiera y social de Costa Rica, especialmente en comunidades con menor acceso a servicios bancarios y protección legal.


