El corazón histórico de San José enfrenta una profunda despoblación y el abandono progresivo de sus edificios antiguos, mientras nuevas inversiones apuestan por apartamentos de lujo y proyectos inmobiliarios exclusivos que cambian el paisaje urbano de la capital.
Durante los últimos años, miles de personas han abandonado el casco central buscando zonas con mejor acceso a servicios, seguridad y áreas verdes. Como consecuencia, muchas propiedades tradicionales han quedado cerradas, deterioradas o demolidas, dando paso a torres residenciales y oficinas modernas que apuntan a un público con alto poder adquisitivo.
Urbanistas y sociólogos advierten que este fenómeno está generando una gentrificación silenciosa, desplazando a familias de ingresos medios y bajos, y transformando el uso histórico del centro josefino. Lo que antes era un espacio de convivencia, comercio y cultura popular, se está convirtiendo en un territorio de inversión inmobiliaria y especulación.
Las autoridades municipales y expertos en planificación insisten en la necesidad de políticas públicas que devuelvan vida al centro, fomentando vivienda accesible, espacios verdes, transporte eficiente y actividades culturales que inviten a la gente a habitar la ciudad nuevamente.
El reto, coinciden, es lograr que el centro de San José no se convierta en una vitrina vacía, sino en un espacio vivo, diverso y seguro, donde la modernidad y la memoria puedan convivir.


