En la provincia de Cartago, cientos de hogares en el distrito de San Rafael de Oreamuno reportaron que el agua de sus casas presentaba un sabor y olor inusual durante los últimos días.
La situación encendió las alarmas en toda la comunidad, luego de que se confirmara que el problema se originó tras trabajos de limpieza en una naciente del acueducto de Lancaster, una de las fuentes principales de abastecimiento en la zona.
Según las autoridades locales, la intervención tenía como fin mejorar la calidad del servicio, pero la movilización de sedimentos provocó una alteración temporal del líquido, afectando a miles de familias que quedaron sin poder consumir agua potable por varias horas.
Mientras los análisis de laboratorio confirman que el suministro vuelve a la normalidad, las autoridades recomiendan hervir el agua antes de usarla y mantener reservas preventivas.
Vecinos y organizaciones comunales piden una investigación para determinar si hubo errores de manejo o falta de comunicación previa sobre los trabajos, señalando que el acceso a agua segura debe ser prioridad en todo el cantón.


