Mié. Nov 19th, 2025

La noche de este martes fue la más triste del futbol costarricense en muchos años. El duelo que parecía que podía ser el gran impulsor de una nueva clasificación mundialista termino siendo solo un presagio de la desgracia. Costa Rica contra Honduras fue el último escalón de la desgracia y la debacle deportiva costarricense.

 Lo que parecía ser un rico pastel termino siendo un dolor de estómago total. En la eliminatoria más fácil de la historia y en el último partido contra Honduras donde solo se necesitaba un gol la inoperancia fue la dinámica de toda la eliminatoria.

Desde las primeras horas en las calles cercanas al coloso de la Sabana se respiraba un pequeño hilo de esperanza, no obstante, el poco futbol y el pecho frio de cada uno de estos patéticos representantes fue la tónica de una noche para el olvido.

Poca autocritica, dirigentes escondidos en sus trincheras, jugadores desubicados en su contexto y en su actuar. Todo eso llevo a crear un divorcio total entre jugadores y afición.

En años podemos decir que esta es la peor versión de la Tricolor pero también nuestro rival de turno no pasaba su mejor momento.

Lo cierto del caso es que esta es una página más para el olvido en el balompié costarricense. Miguel Herrera es solo el último en raspar la olla de la gran cuota de fracasos producto de la mala planificación y poner gente en puestos de experiencia sin tener un conocimiento profundo.

Un cero por cero que va más allá de la estadística. Ver los experimentados sin ideas y ya sin ritmo de competencia. Pero lo más crítico fue ver futbolistas jóvenes e incluso algunos que juegan en Europa participando del encuentro como si fuera un entrenamiento más.

Deben venir cambios radicales… Adiós Copa del Mundo 2026

Fotos: Ronald Romero www.rgdeportes.com