Las autoridades de salud de Costa Rica reforzaron el cordón sanitario en la frontera con Bocas del Toro, tras la detección de casos sospechosos de fiebre amarilla en territorio panameño. La medida busca prevenir el ingreso del virus y proteger a las comunidades fronterizas.
El Ministerio de Salud confirmó que se intensificaron los controles epidemiológicos en los puestos fronterizos, aeropuertos y zonas rurales, con especial atención a viajeros que provengan de áreas de riesgo. Además, se recomendó a la población mantener al día la vacuna contra la fiebre amarilla, especialmente a quienes planeen viajar hacia el sur del continente.
Según las autoridades, no se han registrado casos activos en Costa Rica, pero la alerta regional exige vigilancia constante y cooperación binacional. Equipos de salud pública realizan inspecciones, fumigaciones y campañas informativas en los cantones fronterizos para evitar la propagación del mosquito transmisor.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, que puede causar fiebre alta, ictericia y complicaciones graves si no se trata a tiempo. Costa Rica mantiene una cobertura de vacunación elevada, lo que fortalece su capacidad de respuesta ante posibles brotes.


