Los más recientes datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) muestran una aparente reducción de la pobreza en Costa Rica, especialmente en las regiones Chorotega, Brunca y Huetar Norte. Sin embargo, varios economistas y analistas sociales advierten que las cifras no reflejan del todo la realidad económica del país.
Según el informe oficial, la pobreza por ingresos bajó más de tres puntos porcentuales en algunas regiones, lo que representaría miles de familias saliendo de esa condición. No obstante, los indicadores de empleo formal, consumo doméstico y poder adquisitivo no muestran una mejora proporcional.
Expertos del Colegio de Ciencias Económicas y del Estado de la Nación coinciden en que los datos podrían estar influenciados por factores temporales, como aumentos en transferencias estatales, subsidios o rentas de propiedad, más que por un verdadero crecimiento económico sostenido.
“El problema es que los números no están respaldados por la realidad del consumo ni del mercado laboral. Si hay menos empleo y menos gasto, ¿cómo explicamos una reducción tan marcada de la pobreza?”, cuestionó un investigador del Estado de la Nación.
Además, las estadísticas del Banco Central de Costa Rica revelan un estancamiento en los indicadores de actividad comercial y consumo privado, mientras la inflación se mantiene baja pero los salarios reales apenas crecen.
La aparente contradicción ha reactivado el debate sobre la metodología del INEC, que cada año ajusta el cálculo del ingreso según el costo de la canasta básica y los precios regionales. Aunque el instituto defiende la rigurosidad del estudio, los economistas insisten en la necesidad de un análisis más integral que considere variables sociales y productivas.
En la Zona Norte, por ejemplo, la reducción de la pobreza coincide con una menor generación de empleo formal y un aumento de subsidios, lo que sugiere un fenómeno estadístico más que estructural.
Los especialistas concluyen que, si bien los números pueden ser alentadores, la pobreza no se combate con estadísticas, sino con oportunidades reales de trabajo y desarrollo económico.


