La Global Sumud Flotilla, un convoy internacional que busca romper el bloqueo impuesto a Gaza y llevar ayuda humanitaria a la población palestina, denunció un segundo ataque con dron en menos de 48 horas. Esta vez, el blanco fue el buque “Alma”, de bandera británica, que se encontraba atracado en aguas de Túnez al momento del incidente.
Según el reporte de los tripulantes, un dron lanzó un dispositivo incendiario que impactó la cubierta superior del barco, provocando un incendio que pudo ser controlado rápidamente por la tripulación. Afortunadamente, no se registraron personas heridas, aunque los daños materiales dejaron en evidencia la vulnerabilidad de la misión en medio de un contexto de gran tensión internacional.
Este hecho se suma al ataque previo contra el barco “Family”, ocurrido apenas unas horas antes, en lo que la organización interpreta como acciones deliberadas para intimidar y frenar el avance de la flotilla. La misión humanitaria ha sido blanco de constantes amenazas desde su inicio, pero los organizadores aseguran que continuarán con su objetivo de llegar a Gaza.
La flotilla está compuesta por barcos que transportan alimentos, medicinas y suministros esenciales destinados a la población civil palestina, duramente golpeada por el bloqueo y la violencia en la región. A bordo viajan activistas, médicos, defensores de derechos humanos y figuras internacionales que buscan visibilizar la situación y presionar a la comunidad internacional para que se levanten las restricciones que afectan a millones de personas.
Diversas voces han condenado el ataque. Autoridades de Túnez anunciaron la apertura de una investigación para determinar el origen de los drones y reforzar la seguridad en sus aguas territoriales. Por su parte, organizaciones internacionales de derechos humanos han señalado que estos incidentes ponen en riesgo no solo la misión humanitaria, sino también el derecho fundamental de brindar asistencia a poblaciones vulnerables.
La Global Sumud Flotilla reafirmó su determinación de continuar la travesía hacia Gaza pese a los riesgos. Según los organizadores, “cada intento de detenernos demuestra lo necesario que es seguir adelante. Nuestra misión es un acto de solidaridad y justicia, y no se detendrá con intimidaciones ni ataques”.
Este nuevo episodio refleja la delicada situación en Medio Oriente, donde la escalada de violencia y el bloqueo han multiplicado las denuncias de violaciones a los derechos humanos. Al mismo tiempo, subraya la importancia del trabajo de las misiones civiles que, aun bajo condiciones adversas, buscan abrir caminos de esperanza para quienes más lo necesitan.