Lun. Oct 13th, 2025

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha actualizado sus pronósticos y advierte que el fenómeno climático La Niña podría comenzar a afectar al planeta a partir de septiembre de 2025. Este fenómeno se caracteriza por un enfriamiento significativo de las aguas del Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que altera los patrones de viento y lluvia en la zona tropical y puede generar repercusiones a nivel mundial en climas y ecosistemas.

Durante episodios de La Niña, se observa generalmente un incremento de lluvias en algunas regiones y sequías prolongadas en otras, afectando especialmente a la agricultura, la disponibilidad de agua y los ecosistemas frágiles. Aunque el enfriamiento puede disminuir temporalmente las temperaturas globales, los expertos advierten que, debido al cambio climático, las temperaturas seguirán siendo superiores a la media histórica, lo que puede aumentar la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, huracanes, incendios forestales e inundaciones.

Los científicos también subrayan que, aunque la OMM prevé el inicio de La Niña para septiembre de 2025, su llegada y duración aún presentan incertidumbre, y el impacto final dependerá de la intensidad del fenómeno y de la interacción con otros factores climáticos a nivel mundial. Este tipo de fenómenos tiene implicaciones directas sobre la producción agrícola, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y la salud pública, por lo que la preparación y la prevención son esenciales.

La OMM enfatiza la necesidad de fortalecer la resiliencia climática, implementando medidas preventivas en sectores vulnerables, desde la infraestructura urbana hasta la protección de ecosistemas y la planificación de emergencias. Los países deben tomar acciones inmediatas para proteger a sus comunidades más expuestas, anticipando impactos en agricultura, ganadería, pesca, recursos hídricos y biodiversidad.

Asimismo, los especialistas destacan que la cooperación internacional y la divulgación de información climática confiable son cruciales para anticipar los efectos de La Niña y reducir riesgos, especialmente en países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, donde el fenómeno puede intensificar tanto lluvias extremas como sequías prolongadas.

En resumen, aunque La Niña podría comenzar a influir en los patrones climáticos globales a partir de septiembre de 2025, su trayectoria y efectos precisos permanecen inciertos. Las autoridades, comunidades y sectores productivos deben mantenerse alertas y tomar medidas de prevención para minimizar impactos y proteger vidas, recursos naturales y ecosistemas, reforzando la resiliencia frente al cambio climático y la variabilidad climática global.