Un reciente estudio internacional advierte que los loros en Costa Rica enfrentan una seria amenaza debido a la combinación de la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de fauna silvestre.
Los investigadores señalaron que en el 86,6% de las comunidades visitadas se documentó la tenencia ilegal de loros nativos como mascotas, lo que demuestra que esta práctica sigue siendo común a pesar de estar prohibida por la ley desde 1983. Más del 80% de los hogares encuestados reconoció algún tipo de vínculo con esta práctica.
Las especies más afectadas resultan ser las más codiciadas por el comercio ilegal, como los guacamayos y las amazonas, que ya enfrentan vulnerabilidad por la destrucción de su hábitat. En zonas agrícolas o con fuerte presencia humana, la abundancia de estas aves se reduce drásticamente.
Aunque las áreas protegidas y los esfuerzos de conservación han ayudado, el estudio concluye que estas medidas no son suficientes si no se acompaña con mayor vigilancia, sanciones más efectivas y un cambio cultural que reduzca la demanda de loros como mascotas.
Los loros cumplen un papel ecológico clave al dispersar semillas y mantener la diversidad de los bosques. Su pérdida tendría un impacto en cadena sobre los ecosistemas costarricenses, por lo que especialistas hacen un llamado urgente a proteger estas especies y combatir con más fuerza el tráfico ilegal.


