Lun. Oct 13th, 2025

Costa Rica enfrenta un desafío creciente en materia de seguridad: su costa sur del Pacífico se ha consolidado como una ruta principal para el ingreso de drogas, especialmente cocaína y marihuana, procedentes de Colombia y Ecuador. La Policía Judicial (OIJ) ha identificado puntos críticos como Punta Burica, Golfo Dulce, Bahía Drake y el triángulo de Osa, zonas sin presencia policial constante, lo que facilita las operaciones de los traficantes.

El director de la OIJ, Randall Zúñiga, advirtió ante legisladores que Bahía Drake destaca como el sitio más utilizado como punto de aterrizaje para embarcaciones rápidas que transportan cargamentos desde el sur del continente. Además, solicitó al Congreso recursos para instalar nuevos puestos policiales en Puerto Jiménez, Tamarindo y La Cruz, como respuesta urgente para frenar la expansión del crimen organizado.

Uno de los problemas más graves es el retraso en la aprobación de financiamiento esencial. El Ministerio de Hacienda ha retenido miles de millones de colones destinados a la OIJ y la Fiscalía, fondos necesarios para fortalecer la investigación y mejorar la capacidad operativa contra los grupos delictivos.

El auge del tráfico por el Pacífico obedece a varios factores: el endurecimiento de patrullajes en el Caribe, que ha obligado a los traficantes a modificar sus rutas; la geografía costera poco vigilada; y la creciente demanda de drogas en los mercados internacionales. Esta situación se ha vinculado también con un aumento de los homicidios, relacionados con disputas territoriales entre organizaciones criminales.

Ante este panorama, las autoridades insisten en la urgencia de una estrategia nacional de seguridad que incremente la presencia estatal en las zonas fronterizas, garantice presupuesto para la investigación criminal, fortalezca la infraestructura policial y promueva la coordinación interinstitucional. Costa Rica, reconocida internacionalmente como un país pacífico, se enfrenta al reto de actuar con rapidez para evitar que el narcotráfico y la violencia amenacen su estabilidad y convivencia ciudadana.