Sáb. Nov 1st, 2025

El Parque Nacional Cahuita y otros destinos naturales del país atraviesan un momento crítico: enfrentan recortes presupuestarios, falta de personal y una presión turística creciente que amenaza la sostenibilidad ambiental y la calidad de los servicios al visitante.

La denuncia proviene de funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y de organizaciones ambientalistas que advierten sobre el deterioro en infraestructura, limpieza, vigilancia y control de acceso en varios parques nacionales del Caribe y el Pacífico.

Durante el último año, el ingreso de turistas nacionales y extranjeros aumentó en más del 40 % en algunos parques, según estimaciones del propio SINAC. Sin embargo, los recursos asignados para mantenimiento y personal no crecieron al mismo ritmo, lo que deja amplias zonas sin supervisión ni manejo adecuado.

“Cahuita recibe miles de visitantes cada fin de semana, pero el número de guardaparques sigue siendo el mismo desde hace más de una década”, comentó uno de los funcionarios consultados.

Además de Cahuita, parques como Manuel Antonio, Marino Ballena, Tortuguero y Rincón de la Vieja también reportan afectaciones por exceso de visitantes, daños en senderos y acumulación de desechos.

La falta de presupuesto también complica la atención a proyectos de restauración y conservación de especies. Expertos ambientales subrayan que la combinación de turismo masivo, reducción de fondos y cambio climático podría tener consecuencias graves a mediano plazo.

Ante la situación, el Ministerio de Ambiente y Energía analiza la posibilidad de revisar el modelo de gestión de los parques nacionales, fortaleciendo la participación de comunidades locales y organizaciones privadas en labores de conservación.

“Nuestros parques son patrimonio natural, no negocios. Debemos garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de ellos”, señaló un representante ambiental.

Costa Rica alberga más del 25 % de su territorio bajo protección, pero depende en gran parte de ingresos por entradas y donaciones internacionales para mantener su sistema de conservación.