El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, provocó una fuerte controversia en América Latina tras declarar que su gobierno no respaldará económicamente a Argentina si el resultado de las elecciones del próximo domingo no favorece al actual mandatario Javier Milei.
La declaración, difundida durante un mitin en Texas, fue interpretada por sectores políticos argentinos como una intromisión directa en los asuntos internos del país, generando una ola de críticas encabezadas por el bloque peronista.
“El mensaje de Trump representa un acto de colonialismo moderno. Ninguna potencia extranjera puede decidir el rumbo económico de una nación soberana”, afirmó un portavoz del Frente de Todos.
Medios locales señalan que la advertencia podría afectar los mercados y las negociaciones en curso con el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde Estados Unidos posee una influencia determinante.
Analistas consideran que este tipo de declaraciones evidencian una nueva etapa de presión política y geoeconómica estadounidense sobre la región.
La Cancillería argentina evitó pronunciarse oficialmente, aunque fuentes cercanas al Palacio San Martín afirmaron que el país “no permitirá condicionamientos externos de ningún tipo”.
El episodio revive el debate sobre la autonomía latinoamericana frente al poder económico global y la necesidad de alianzas regionales que fortalezcan la soberanía económica.


