Mar. Oct 28th, 2025

En Costa Rica, cada vez más jóvenes están transformando su talento en proyectos culturales que combinan arte, diseño, música y tecnología. Desde ilustradores que conquistan redes sociales hasta productoras audiovisuales que exportan contenido, el país vive un auge de emprendimientos creativos con identidad local y ambición global.

El fenómeno se enmarca dentro del crecimiento de la economía creativa costarricense, un sector que genera miles de empleos y que hoy representa una parte importante del Producto Interno Bruto. La nueva generación apuesta por combinar la pasión artística con modelos sostenibles de negocio: talleres en línea, contenidos virales, productos culturales, colaboraciones interdisciplinarias y exportación de servicios.

En San José, Alajuela, Guanacaste y otras provincias, surgen espacios y colectivos que impulsan el talento joven, mientras festivales, ferias y convocatorias culturales sirven de vitrina para mostrar proyectos que mezclan arte, innovación y compromiso social.

Estos nuevos emprendedores no solo crean obras; crean comunidad. Aprendieron a contar historias que conectan con el público, a usar el audiovisual como herramienta de transformación y a pensar globalmente sin perder sus raíces locales.

El reto, dicen ellos, está en profesionalizar el arte, aprovechar las redes como motor de difusión y convertir la creatividad en fuente real de ingresos. Porque hoy, más que nunca, una buena idea puede volverse viral, inspirar a miles y abrir puertas a toda una nueva economía cultural.