El equipo Baula Sport no es solo un proyecto de ciclismo profesional: es una iniciativa con propósito. Fundado en 2020 junto a la empresa homónima —especializada en la confección de uniformes de alta gama—, el equipo nació con una meta clara: dar oportunidades a jóvenes deportistas de todo el país, especialmente de zonas rurales, mientras se les forma como personas íntegras dentro y fuera de la bicicleta.
🚴 Un legado que impulsa sueños
El proyecto tiene raíces profundas. Baula Sport se levanta sobre la historia del apellido Wilches, una auténtica “dinastía” del ciclismo colombiano. Este legado familiar le da al equipo un valor agregado: la experiencia, la pasión y el conocimiento de quienes han vivido este deporte desde adentro.
Al frente del proyecto están María Laura Alvarado, Gustavo Alexis Wilches y Gustavo Wilches Tumbía —ex ciclista profesional con trayectoria internacional—. Cada uno aporta una pieza clave al engranaje: dirección deportiva, gestión administrativa y enlace con los corredores.

🌍 Un proyecto con visión internacional
Aunque el equipo mantiene un compromiso con el calendario nacional, Baula Sport apunta alto. Para 2026, el plan es competir en eventos internacionales en China y Bélgica, fortaleciendo su proyección fuera de América Latina.
Este crecimiento se ha hecho posible gracias al apoyo de patrocinadores que creen en su filosofía: Arizun, la marca de bicicletas Java, y CR Eléctricos con su línea de vehículos Skywork, aliados que permiten a Baula Sport soñar con un calendario global.
🤝 Responsabilidad social sobre dos ruedas
Más allá del rendimiento deportivo, el corazón del proyecto está en su compromiso social. El equipo busca no solo formar ciclistas de élite, sino también personas preparadas para la vida, con valores, educación y visión de futuro.
“Queremos que nuestros jóvenes vean el ciclismo como una herramienta para superarse, no solo como un deporte”, aseguran sus directores.
🚀 El futuro se pedalea desde hoy
Con base en su filosofía de trabajo, el equipo Baula Sport continúa consolidándose como uno de los proyectos más sólidos y humanos del ciclismo costarricense, demostrando que la verdadera meta no siempre está en la línea de llegada, sino en el camino recorrido.


