Alajuelense logró su pase a la gran final del torneo de copa, aunque lo hizo de una manera más sufrida de lo que muchos esperaban. En un partido intenso y disputado, los rojinegros enfrentaron a un rival que no se lo puso fácil, llevando el encuentro a una tensa tanda de penales en el Estadio Ebal Rodríguez.
Desde el inicio, el juego fue sumamente cerrado. Ambas defensas se mostraron sólidas, y las oportunidades de gol fueron escasas. A medida que avanzaba el partido, la presión aumentaba, y los aficionados se mantenían al borde de sus asientos, conscientes de que cualquier error podría costarles el sueño de la final.
El tiempo reglamentario finalizó sin goles, y así se llegó a la tanda de penales, donde la tensión era palpable. Alajuelense alineó a Celso Borges, Guillermo Villalobos, Santiago Van der Putten, Diego Campos y Creishel Pérez para ejecutar los lanzamientos. Santos respondió con Juan Diego Madrigal, Juan Villalobos, Randy Chirino, Reynaldo Perdomo y Sebastián Vega.
En este momento decisivo, el portero Leonel Moreira se destacó como la figura del encuentro, deteniendo dos penales que fueron cruciales para que los manudos aseguraran su lugar en la gran final. Su actuación no solo fue un salvavidas para el equipo, sino también un recordatorio del impacto que puede tener un portero en momentos clave.