Mié. Oct 15th, 2025

El Banco Central de Costa Rica anunció que a partir del 1.º de noviembre los billetes de ₡1 000 impresos en papel algodón dejarán de circular oficialmente en el país.

Esta medida responde al proceso de modernización de la familia de billetes nacionales y busca garantizar mayor seguridad y durabilidad en el uso del efectivo. El retiro de circulación aplica únicamente para los billetes de papel algodón, mientras que los de polímero (plástico) seguirán siendo plenamente válidos y continuarán circulando sin ningún cambio.

¿Cómo reconocer los billetes que se retiran?

Los billetes de ₡1 000 que dejarán de circular presentan varias características que permiten diferenciarlos de los que se mantienen vigentes:

  • Material: están hechos de papel algodón, lo que les da una textura más frágil y propensa al desgaste.
  • Durabilidad: suelen deteriorarse con mayor rapidez, en especial en los bordes y esquinas.
  • Sensación al tacto: tienen un acabado menos brillante y menos resistente que los de polímero.

Por su parte, los billetes que seguirán en circulación están fabricados en sustrato de polímero, con una textura plástica más resistente, colores más firmes y elementos de seguridad que dificultan la falsificación.

¿Qué hacer con los billetes de papel algodón?

Aunque dejarán de circular a partir del 1.º de noviembre, el Banco Central informó que los billetes de algodón podrán:

  • Depositarse en cuentas bancarias sin restricción alguna.
  • Cambiarlos en ventanillas de los bancos comerciales y en el propio Banco Central.

No existe un plazo límite inmediato para que las personas realicen estos trámites, pero sí es importante que los usuarios empiecen a identificarlos y retirarlos de sus transacciones cotidianas, pues a partir de noviembre no serán aceptados en comercios.

Modernización de la familia de billetes

Con este cambio, Costa Rica avanza hacia un sistema monetario más seguro y moderno. El Banco Central ha señalado que la adopción de billetes en polímero ha demostrado beneficios como:

  • Mayor resistencia al uso cotidiano.
  • Reducción en los costos de reposición.
  • Mejora en los mecanismos de seguridad contra falsificación.

De esta forma, el billete de ₡1 000 de papel algodón pasará a ser parte de la historia del país, dando paso a una versión más resistente y confiable en beneficio de todos los usuarios.