La Catarata La Fortuna, en Alajuela, volvió a colocarse entre las atracciones naturales mejor valoradas a nivel internacional. El reconocimiento destaca su belleza escénica, su conservación ambiental y la experiencia única que ofrece a miles de visitantes cada año.
Un paraíso de 70 metros de altura
Con una caída aproximada de 70 metros, la catarata se abre paso entre la selva tropical y forma una de las postales más icónicas de Costa Rica. El descenso hacia el mirador y las pozas incluye más de 500 escalones rodeados de bosque, un sendero que exige esfuerzo pero recompensa con vistas espectaculares y aguas cristalinas ideales para refrescarse.
Turismo sostenible y comunidad local
La zona se ha consolidado como un modelo de gestión sostenible. Parte de los ingresos generados por las visitas se reinvierten en el desarrollo de la comunidad, la protección del bosque y la mejora de la infraestructura turística. Este enfoque ha convertido a La Fortuna en un ejemplo de cómo el turismo puede aportar al bienestar local sin comprometer el entorno.
Un destino imprescindible
Además de su impresionante caída de agua, el área ofrece servicios básicos, facilidades para los visitantes y un ambiente seguro para disfrutar en familia. Su combinación de naturaleza, accesibilidad y compromiso ambiental explica por qué continúa siendo uno de los puntos más recomendados del país y del mundo.
La Fortuna sigue demostrando que Costa Rica tiene un patrimonio natural que enamora a quienes lo visitan y que, con una gestión responsable, puede mantenerse entre los mejores destinos planetarios año con año.


