Mié. Nov 12th, 2025

Especialistas en temas de seguridad y psicología social advierten que el crimen organizado está reclutando cada vez más a adolescentes y jóvenes en Costa Rica, aprovechando su vulnerabilidad, la falta de apoyo familiar y la ausencia de oportunidades laborales o educativas.

El fenómeno, que afecta especialmente a zonas con altos índices de pobreza y exclusión, convierte a muchos jóvenes en objetivos fáciles para redes criminales que les ofrecen dinero rápido, protección o sentido de pertenencia.

De acuerdo con los expertos, esta situación no solo agrava la violencia en comunidades vulnerables, sino que también alimenta estructuras delictivas cada vez más complejas, en las que los menores de edad son utilizados para transporte de drogas, robos o incluso sicariato.

Psicólogos consultados señalan que el abandono emocional y social deja a muchos adolescentes sin referentes positivos, mientras que las redes del crimen se presentan como una falsa “familia”.

El llamado es urgente: fortalecer programas de apoyo comunitario, becas, deporte, cultura y educación como herramientas de prevención que devuelvan esperanza y propósito a las nuevas generaciones.