Miles de mujeres en Costa Rica enfrentan una angustiante espera para conocer si padecen cáncer de mama. De acuerdo con datos suministrados por la Gerencia Médica de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), a solicitud del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (SINAE), el tiempo promedio que una paciente debe esperar para obtener un diagnóstico definitivo puede extenderse hasta un año y cuatro meses.
Este extenso proceso incluye la realización de exámenes fundamentales como mamografías, ultrasonidos y biopsias, los cuales, en muchos casos, presentan largas listas de espera. Actualmente, 48.062 mujeres esperan para realizarse un ultrasonido mamario, mientras que 211 pacientes aguardan por una biopsia por punción, un examen crucial para confirmar o descartar la presencia de células cancerosas.
Karol Estrella, vocera de SINAE, indicó: «Actualmente tardan un año y cuatro meses en recibir su resultado y esto implica que durante este tiempo el cáncer puede pasar de avanzar de una etapa tratable a un metástasis con un desenlace lamentable».

La situación es alarmante. Según el informe, una mujer con sospechas de cáncer de mama puede tardar al menos 492 días (más de 70 semanas) en recibir un diagnóstico completo, si no tiene la posibilidad de recurrir a servicios médicos privados. Esta espera prolongada puede permitir que la enfermedad avance significativamente, pasando de una etapa tratable a una metástasis con consecuencias lamentables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en mujeres y la causa más común de muerte femenina a nivel global. En respuesta, el Ministerio de Salud ha hecho un llamado a la población femenina a fomentar la conciencia sobre la importancia del autoexamen de mama y la detección temprana, como medidas clave para enfrentar esta enfermedad de manera efectiva.
En América Latina y el Caribe, el impacto del cáncer de mama también es preocupante: el 31% de los casos diagnosticados corresponde a mujeres menores de 50 años, lo que refuerza la urgencia de mejorar los sistemas de detección oportuna y reducir las listas de espera en la atención pública.
Este panorama revela la urgente necesidad de fortalecer el sistema de salud pública en la detección temprana del cáncer de mama, garantizando así el derecho de las mujeres a una atención oportuna, digna y que les permita luchar con mejores condiciones contra esta enfermedad.


