Con el inicio de la agenda extraordinaria en la Asamblea Legislativa, la falta de voluntad política volvió a quedar en evidencia durante la más reciente sesión plenaria.
Entre los proyectos que se intentaron aprobar estaban un ajuste a la Ley contra el Sicariato, una donación para la Asociación de Personas Adultas Mayores de Coto Brus y la ampliación del salón comunal de Belén. Sin embargo, las fracciones del Partido Liberación Nacional (PLN) y del Frente Amplio (FA) decidieron posponerlos, argumentando diferencias con la priorización de la agenda.
El diputado Fabricio Alvarado aseguró que la razón detrás de esta decisión es que “en esos proyectos no había iniciativas del PLN ni del Frente Amplio”, lo que calificó como un ejemplo de bloqueo partidario.
Por su parte, la legisladora María Marta Carballo calificó la decisión de las fracciones opositoras como “un capricho político”, al optar por continuar con la discusión del Presupuesto Nacional en lugar de aprobar los proyectos sociales pendientes.
Este tipo de situaciones no es nuevo en el Congreso. Recientemente, el proyecto de jornadas laborales 4×3 fue objeto de más de 2.500 mociones presentadas por el Frente Amplio, lo que mantiene la iniciativa sin votación completa.
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De momento, los proyectos sociales mencionados permanecen sin aprobar, mientras que el análisis del Presupuesto Nacional 2026 continúa en curso dentro de la Asamblea Legislativa.


