El turismo es una de las principales fuentes de ingreso económico para Costa Rica. Sin embargo, la industria hotelera nacional atraviesa un momento complejo. La Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) expresó su preocupación por la creciente pérdida de competitividad del sector, ocasionada por factores como la caída en el tipo de cambio y la disminución de llegadas internacionales.
Disminuyen las llegadas internacionales por vía aérea
Entre enero y agosto de 2025, Costa Rica registró una disminución del 2,1% en la llegada de turistas por vía aérea, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta baja afecta directamente a la ocupación hotelera y a los ingresos del sector.
Además, los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos han impactado negativamente el mercado corporativo y de viajes de negocios, un segmento clave para muchos hoteles en el país. Esta desaceleración ha generado preocupación entre los empresarios turísticos, quienes ven amenazada la estabilidad de sus operaciones.

Arnoldo Beeche, vicepresidente de CCH, indicó: «Es un tema que hemos estado diciendo ya hace bastante tiempo y ahora sí podemos ver los efectos, según la disminución tanto de los turistas como los ingresos que ellos representan para nosotros. Creemos muy importante tomar acciones ya que el tipo de cambio, estamos teniendo un tipo de cambio de años pasados con costos actualizados».
Competencia desigual con plataformas de hospedaje no tradicional
Otro de los factores que agrava la situación es el crecimiento acelerado de las plataformas de hospedaje no tradicionales, como Airbnb, que captan una parte significativa del mercado sin estar sujetas al mismo marco regulatorio que los hoteles formales. Esta competencia desigual pone en riesgo la sostenibilidad del sector hotelero formal.
Llamado a las autoridades para preservar la competitividad del sector
La Cámara Costarricense de Hoteles hizo un llamado urgente a las autoridades económicas para que reconozcan el impacto de esta situación y valoren la importancia de implementar medidas que permitan:
Garantizar la sostenibilidad de miles de familias costarricenses.
Preservar la competitividad del sector hotelero.
Proteger los empleos directos e indirectos que dependen del turismo.