Lun. Oct 13th, 2025

Cada vez más ciudadanos optan por practicar deportes de alta intensidad como CrossFit o Grit Box. Sin embargo, estas actividades físicas, al realizarse en gimnasios ubicados en zonas residenciales, pueden generar ruidos y vibraciones que afectan la salud y el descanso de los vecinos.

Ante esta situación, la Defensoría de los Habitantes solicitó al Ministerio de Salud la creación de una normativa específica que regule el impacto acústico y estructural que generan estos establecimientos deportivos.

Efectos del ruido y las vibraciones en la salud

Según la Defensoría, las actuales regulaciones son insuficientes y no protegen adecuadamente a las personas expuestas a estas molestias. Entre las principales afectaciones a la salud se encuentran:

  • Estrés y ansiedad
  • Alteraciones en el sueño
  • Dolores de cabeza
  • Problemas auditivos

Estas consecuencias son provocadas principalmente por la caída de pesas, el uso de plataformas inadecuadas, equipos mal ubicados o desbalanceados y la falta de desacoplamiento estructural en los gimnasios.

Roberto Salvatierra, Investigador Universidad Hispanoamericana, indicó: «Lamentablemente, todas las vibraciones producen sonido. Entonces, en realidad aquí lo que estamos hablando es de sonido. Entonces, cuando tenemos un aumento de sonido, especialmente, por ejemplo, el caída de las pesas o que caiga una varilla o que las personas griten esporádicamente dentro de sistemas cerrados y hay vecinos que están oyendo esto».

Medidas recomendadas para mitigar el impacto

Expertos en salud y acústica recomiendan implementar soluciones como:

  • Plataformas de amortiguación para pesas
  • Aislamiento acústico en paredes y techos
  • Suelos flotantes
  • Reducción del volumen de la música

Además, se sugiere que los centros de entrenamiento utilicen materiales y estructuras diseñadas para minimizar las vibraciones y ruidos en edificios residenciales.

Vacíos en la normativa actual

La Defensoría también advirtió sobre vacíos en el Reglamento Sanitario, el cual no contempla a gimnasios que albergan a más de 100 personas. Por esta razón, se insiste en la actualización de la normativa vigente para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a vivir en un ambiente sano y libre de contaminación acústica.