En Carrillos de Poás, provincia de Alajuela, un hallazgo inesperado sorprendió a la comunidad y al Museo Nacional de Costa Rica.
Mientras realizaba trabajos de construcción en su propiedad, una vecina encontró fragmentos que resultaron ser piezas arqueológicas con más de dos milenios de antigüedad. Tras la alerta, especialistas del Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional acudieron al sitio y confirmaron la importancia del hallazgo.
Entre los objetos recuperados destacan cinco piezas de cerámica, cuya datación preliminar las ubica entre el 300 a. C. y el 300 d. C.. Estos vestigios pertenecen a un período fundamental de la historia precolombina costarricense y aportan valiosa información sobre las culturas que habitaron la región central del país.
El equipo técnico aseguró y documentó el contexto arqueológico siguiendo protocolos especializados, con el fin de preservar tanto los objetos como la información científica del sitio. Actualmente, las piezas se encuentran en proceso de limpieza, análisis y conservación en los laboratorios del Museo Nacional.
Este tipo de descubrimientos refuerza la importancia de proteger y valorar el patrimonio arqueológico de Costa Rica, que forma parte esencial de nuestra identidad e historia.