La diabesidad afecta la fertilidad de hombres y mujeres mayores de 35 años, la coexistencia de la diabetes y la obesidad en los costarricenses, se está convirtiendo en un peligroso obstáculo en el anhelo de tener hijos, cuando se combina la diabetes y obesidad en las personas, los médicos lo definen como “diabesidad” y en la actualidad se logró evidenciar que afecta por igual a hombres y mujeres.
La diabesidad afecta el proceso de la ovulación y la generación de espermatozoides pueden alterarse debido a sustancias como la leptina o la misma insulina que alteran los picos y los pulsos de estas hormonas. Por otra parte, puede registrarse un daño tóxico en la información genética en el óvulo y el espermatozoide y altera el endometrio que es el sitio donde se implanta el embrión, ya que altera sus mecanismos de desarrollo reduciendo su tasa de implantación.
Dr. Jerchell Barrantes especialista en ginecología y obstetricia, medicina reproductiva humana, indicó: «Tanto en la sociedad costarricense, como en el resto del mundo, el deseo de fertilidad se posterga para satisfacer otras necesidades como el estudio, el cumplimiento de metas personales, pero tener hijos a una mayor edad, puede significar un riesgo. Además, los estilos de vida actuales caracterizados por el sedentarismo, por estar muy concentrados con pantallas, la informática, internet y el consumo de comidas rápidas, conllevan a que la diabetes y la obesidad se presenten con mayor frecuencia en personas más jóvenes.”
Esta enfermedad genera alteraciones en la mujer, con afectaciones a nivel de aparato reproductivo, se da un incremento de andrógenos y provocando el incremento del acné y de vello facial o en zonas corporales donde no debería de tener. En el hombre, puede repercutir en reducciones de la cantidad de espermatozoides, alteraciones en nivel de testosterona, disfunciones eréctiles y disminución en el deseo sexual.
Para combatir la diabesidad, recomiendan que el paciente sea evaluado de manera integral, dejar de ver su peso como el único valor, porque puede terminar siendo frustrante para la persona. Por ello, es fundamental que esta valoración integral incorpore apoyo psicológico, nutricional, de terapia física y un plan deportivo.