Una niña de apenas un año de edad falleció tras recibir un disparo en la cabeza después de que su hermano mayor, de apenas tres años, manipulara un arma sin seguro y ésta se accionara accidentalmente.
La situación se presentó en Fallbrook en San Diego, California. Las fuerzas policiales arribaron al lugar tras recibir alerta de disparos en una vivienda y se encontraron con que las detonaciones fueron provocadas por un pequeño de tres años.
Las autoridades investigan el caso para corroborar cómo el infante tuvo acceso al arma de fuego y estudiar los acontecimientos alrededor de la tragedia, a detalle.
En apenas seis meses, Estados Unidos reporta 28 asesinatos masivos y 140 víctimas por tiroteos masivos. Esto en un contexto de fuerte lobby político de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) para defender el «derecho a la defensa» en la nación norteamericana a pesar de la carnicería que se vive en las calles estadounidenses por incidentes con armar de fuego.
Información de EFE y AP.