Cada cuatro años, las urnas se convierten en el epicentro de la democracia costarricense, donde los ciudadanos eligen a su Presidente de la República y a los 57 diputados que conformarán el Primer Poder de la República.
El sistema electoral actual permite que un partido alcance una alta representación, sin embargo, el próximo proceso electoral deparará una contienda con la participación de 45 partidos políticos, incluyendo agrupaciones nacionales y provinciales, disputando las curules.
La distribución de diputaciones por provincia es la siguiente, según datos del TSE:
San José (19)
Alajuela (11)
Cartago (7)
Heredia (6)
Puntarenas (5)
Limón (5)
Guanacaste (4)
Desde el Poder Ejecutivo, se ha manifestado la necesidad de una unidad sólida entre el Congreso y la Presidencia para la implementación efectiva de sus propuestas, lo que implicaría que el oficialismo logre una mayoría absoluta de 40 diputados.
El Presidente ha enfatizado públicamente la importancia de contar con ese número de legisladores para facilitar la gobernabilidad y el avance de su agenda. Esta aspiración resuena con casos internacionales, como el de Nayib Bukele en El Salvador, cuyo partido logró una arrolladora victoria obteniendo 54 de 60 diputaciones en un proceso electoral con ciertas similitudes al costarricense.
En la fracción oficialista, existe una expectativa de alcanzar esta mayoría absoluta, fundamentada en los resultados de diversas mediciones y encuestas publicadas a lo largo de la actual administración.
No obstante, dentro de los partidos afines al oficialismo, los puntos de vista sobre la viabilidad de lograr las 40 curules varían. Para los analistas políticos, la posibilidad de que un solo partido obtenga 40 escaños en el Congreso es compleja, dada la fragmentación del voto y la diversidad de opciones políticas.
Históricamente, los partidos que más diputaciones han logrado en Costa Rica son el PLN con 33 curules en 1982 y el PUSC con 29 en 1990, según datos de la Asamblea Legislativa.
Según explicó Hugo Picado, Magistrado del TSE sí se puede generar esa cantidad, sin embargo, las posibilidades se vuelven reducidas cuanto se valoran la gran cantidad de opciones que existen para votar.
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Esto plantea la interrogante de si el sistema electoral actual permite realmente que un partido alcance la cifra mágica de 40 diputados. Aunque existe una posibilidad matemática, no es un camino sencillo. La última palabra la tendrán los electores el día de las elecciones, al ejercer su derecho y obligación de sufragio.
