En el estado de Manipur, un trágico episodio ha dejado en evidencia la violencia étnica que aflige a la región. Dos mujeres de la etnia Kuki fueron víctimas de una atroz agresión sexual perpetrada por miembros de la mayoría Meitei, sumando más combustible a los enfrentamientos entre estos grupos.
La situación ha desencadenado tiroteos, saqueos y agresiones sexuales, afectando gravemente a la sociedad en su conjunto.
Recientemente, un video que se hizo viral en Twitter ha mostrado la cruda realidad de lo sucedido en Manipur. Hace tres meses, estas mujeres fueron desnudadas y expuestas ante una multitud hostil que las acosó, golpeó y finalmente las violó en grupo.
A pesar de que el incidente ocurrió hace tres meses, solo recientemente se hizo público tras presentarse una denuncia policial.
En el video, se puede ver la angustia en los rostros de las mujeres mientras son atacadas y manoseadas por sus agresores, algunos de los cuales son claramente identificables.
Sin embargo, hasta el momento, solo una persona ha sido detenida por su participación en la agresión. Este acto de violencia no solo representa un horroroso crimen, sino también una muestra de la tensión étnica que impera en Manipur entre los Meitei y los Kuki.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, ha roto su silencio respecto a esta ola de ataques que ha sumido a Manipur en la violencia desde mayo, provocando indignación entre ciudadanos, políticos y jueces.
Modi ha calificado el incidente de Manipur como una vergüenza para una sociedad civilizada y ha prometido que los responsables serán castigados con todo el peso de la ley. «Lo que ha ocurrido con las hijas de Manipur no puede ser perdonado», enfatizó.
La agresión contra las mujeres de la etnia Kuki tuvo lugar el 4 de mayo, un día después de que estallara la violencia tras una protesta de grupos kukis cristianos.
Estos protestaban contra la solicitud de los meiteis, mayoritariamente hindúes, de obtener un estatus especial que les permitiría adquirir tierras en las colinas habitadas por los kukis y acceder a empleos públicos.
La familia de una de las mujeres agredidas denunció que dos hombres y tres mujeres de la etnia Kuki intentaron huir de los enfrentamientos en el distrito de Kangpokpi refugiándose en un bosque, donde fueron protegidos por un grupo de policías.
Sin embargo, fueron emboscados y despojados por una turba de personas, lo que llevó a las mujeres a ser forzadas a desnudarse. Trágicamente, una de ellas, de 21 años, fue brutalmente violada en grupo a plena luz del día, sin que nadie acudiera en su ayuda. Las otras dos mujeres lograron escapar, pero hasta el momento, solo una persona ha sido arrestada en relación con este caso.
La demora del gobierno de Modi en responder ha suscitado críticas, ya que la búsqueda de justicia para las víctimas es una responsabilidad del Estado, y en ocasiones, este parece estar ausente en ese empeño. Además, la liberación de violadores condenados por los tribunales bajo la autorización del gobierno de Modi ha generado aún más inquietud.
La sociedad india sigue en busca de una solución pacífica y justa, el Estado se ha quedado corto en asumir su responsabilidad de garantizar la seguridad y el acceso a la justicia para todas las personas, sin importar su origen étnico.