Jue. Nov 21st, 2024

En Ecuador, la violencia azota al país con fuerza, a su paso deja un rastro de muerte y destrucción tanto en las calles como en las cárceles.

Ante esta situación alarmante, el presidente Guillermo Lasso ha declarado el estado de excepción en tres provincias, tras el trágico asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago, quien fue víctima de un tiroteo mortal.

El 24 de julio, el presidente Lasso anunció la medida, que incluye un toque de queda en las provincias de Manabí, Los Ríos y Durán (Guayas), establecido desde las 22:00 hasta las 5:00, como parte de los esfuerzos para abordar la crisis de violencia en la región.

La muerte del alcalde Intriago durante una inspección de obras en Manta el domingo anterior, junto con otras personas heridas, ha dejado a la población atemorizada y en busca de respuestas.

En lo que va del año, Ecuador ha experimentado un aumento significativo en la violencia, se ha registrado 1.390 muertes violentas, casi lo mismo del total del año anterior.

Pero el impacto de esta ola de violencia no se ha limitado a las calles; también ha alcanzado a las prisiones del país.

Durante el fin de semana, una violenta confrontación entre pandillas en una prisión ecuatoriana resultó en la muerte de seis reclusos y 11 heridos. Los enfrentamientos ocurrieron entre internos pertenecientes a bandas rivales del crimen organizado en la Penitenciaría del Litoral, ubicada en la ciudad de Guayaquil.

Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, ha experimentado un preocupante aumento en la violencia relacionada con el narcotráfico, incluyeasesinatos, enfrentamientos armados y casos de desmembramiento. Esta situación ha sumido a sus más de 2,8 millones de habitantes en un clima de desesperación y ha tenido un impacto negativo en la economía local.

Ante esta creciente criminalidad, la población está profundamente preocupada y busca soluciones efectivas para restaurar la seguridad en el país, especialmente en un contexto de cercanas elecciones presidenciales.