Mar. Abr 22nd, 2025

En los últimos días, ha emergido un nuevo tipo de estafa en Costa Rica que involucra a criminales que se hacen pasar por funcionarios públicos. Estos estafadores abordan a sus víctimas de manera personal, ofreciéndoles ayuda para superar las pruebas de conducción y obtener la licencia de manera fraudulenta.

Según las autoridades, los delincuentes suelen contactar a los interesados mediante llamadas telefónicas o acercamientos directos, donde prometen agilizar el proceso a cambio de una cantidad considerable de dinero. En algunos casos, los estafadores incluso se presentan como empleados del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), ganándose la confianza de las personas.

El modus operandi de estos criminales es muy convincente: fingen ser parte de un proceso de simplificación o acceso a «pruebas especiales» que no están disponibles para el público general. La modalidad varía desde la oferta de asistencia para aprobar los exámenes teóricos hasta la posibilidad de simular la prueba práctica de conducción.

Para alertar a la población, la Policía de Tránsito ha emitido una serie de recomendaciones. En primer lugar, instan a los conductores a desconfiar de cualquier persona que ofrezca servicios relacionados con las pruebas de conducción fuera de los canales oficiales. Además, subrayan la importancia de verificar siempre la identidad de los funcionarios del MOPT antes de realizar cualquier transacción.

Los expertos en seguridad también sugieren que los ciudadanos informen a las autoridades si son contactados por individuos que prometen agilizar los trámites relacionados con la licencia de conducir. De esta manera, se puede prevenir que más personas caigan en la trampa.

Por otro lado, el MOPT ha reforzado sus medidas de control interno y vigilancia para evitar que estos engaños sigan proliferando. La institución también trabaja en una campaña de sensibilización para educar a la población sobre cómo identificar a estos estafadores y protegerse de este tipo de fraudes.

La recomendación general es que los conductores gestionen todo el proceso a través de los canales oficiales y desconfíen de aquellos que ofrezcan soluciones rápidas y fuera de lo común. La seguridad vial no solo depende del cumplimiento de las normas, sino también de estar alerta ante intentos de fraude que buscan aprovecharse de los más vulnerables.